Te has ido…, dejas tras de ti una estela de tantas personas que aprendimos a tu lado.
Nuestro corazón llora, pero los recuerdos sonríen, cuando pensamos en tu particular diccionario ribero, en tus consejos de trabajo y de vida, en tu cariño que escondías en ese corazón grande como pocos.
Hoy no te decimos adiós, porque “la muerte es el final de la vida, pero no de los recuerdos”. Y Tú estarás presente en miles de recuerdos que hoy te lloran. Descansa en Paz.
Alberto García Cárcamo, un maestro de los de siempre, un compañero, un amigo.